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Olor ácido después del ejercicio cardiovascular

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Anonim

Uno de los efectos secundarios desagradables del ejercicio vigoroso es el olor corporal. Cuando sudas, las bacterias en tu piel producen naturalmente ese aroma familiar en el vestuario. Pero durante el ejercicio prolongado, puede notar un olor a ácido o amoníaco que es diferente de su tarifa habitual de la axila. Ese olor está relacionado con la descomposición de los aminoácidos, y puede indicar que necesita modificar su nutrición.

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Caminos de energía en el cuerpo humano

Cuando haces ejercicio, la primera opción de tu cuerpo de combustible es el carbohidrato, que se encuentra en forma de glucosa en la sangre y glucógeno en el músculos e hígado A medida que las reservas de glucosa se agotan durante las actividades rítmicas de baja intensidad y larga duración, que incluyen caminar o trotar, su cuerpo recurrirá gradualmente a las reservas de grasa para obtener energía. Pero debido a que la grasa es un combustible oxidativo, su cuerpo no puede usarlo para actividades prolongadas de alta intensidad, y comenzará a descomponer las proteínas del músculo para satisfacer su demanda de energía.

Amoniaco y Aminoácidos

El inicio de la degradación de proteínas a menudo está marcado por un olor a amoníaco en el sudor y en la respiración. El amoníaco, cuya estructura química es NH3, es un subproducto metabólico de la eliminación de la molécula de nitrógeno de los aminoácidos, por lo que el carbono restante se puede convertir en glucosa. El nitrógeno luego se une con hidrógeno para formar amoníaco, un componente de la urea, y finalmente sale del cuerpo a través de la orina, en el sudor y en la humedad expira en la respiración.

Consumo y rendimiento de carbohidratos

Cuando los aminoácidos se descomponen durante el ejercicio prolongado, los niveles de amoníaco en el sistema nervioso central y el cerebro aumentan significativamente. En un estudio de 2004 por Lars Nybo, et. Alabama., se encontró que los niveles elevados de amoníaco en el cerebro durante el ejercicio tienen una correlación con el inicio de la fatiga, especialmente en sujetos desentrenados. Los investigadores sugirieron que el aumento en el consumo de carbohidratos mitigaría la acumulación de amoníaco cerebral y evitaría la fatiga durante el ejercicio. Las implicaciones de este estudio son significativas para las personas que desean desempeñarse a niveles máximos. Limitar la ingesta de carbohidratos puede interferir con el entrenamiento y el rendimiento.

Importancia de la Hidratación

Otro factor que contribuye a los altos niveles de amoníaco y la fatiga resultante es la hidratación inadecuada. La degradación de los aminoácidos tiene lugar en el hígado, y el subproducto de amoníaco normalmente se elimina a través de la orina. Sin embargo, si el líquido es inadecuado para facilitar el enjuague de amoníaco, permanecerá más tiempo en el cuerpo y puede terminar en el sistema nervioso central durante el ejercicio.

Obtener más del entrenamiento

Muchas personas escatiman en carbohidratos por temor a ganando peso. Sin embargo, un amplio consumo de hidratos de carbono e hidratación antes de su entrenamiento puede mejorar y prolongar el rendimiento, generando una mayor quema de calorías sin afectar la masa magra.El consumo de más proteínas no ahorrará músculo y gravará los riñones. Una dieta que contenga un amplio equilibrio de carbohidratos complejos le dará un físico más delgado y más poderoso en el largo plazo.