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Cómo enseñar higiene personal a adultos

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Anonim

La higiene personal es algo que nos mantiene limpios, saludables y promueve una autoimagen positiva. La mayoría de los padres enseñan técnicas de higiene personal a sus hijos cuando son pequeños para poder cuidar de sí mismos a medida que envejecen. En algunos casos, los adultos no practican una buena higiene o no pueden cuidarse a sí mismos. En estos casos, otro adulto o profesional debe intervenir y ayudar.

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Paso 1

Evalúe la situación. Si sospecha que alguien no se está cuidando a sí mismo, intente comprender el motivo. Si sospecha que tiene un abuso de sustancias o una forma de enfermedad mental, tendrá que tratarlo de manera diferente a como si simplemente se dejaran ir o no sintieran que estaban sucios o que tuvieran un olor corporal. En algunos casos, las personas se ven afectadas por la pobreza, dejándolas sin agua ni dinero para lavar su ropa. Algunos adultos pueden ser ancianos e incapaces de cuidarse solos, por lo tanto, una agencia en envejecimiento puede proporcionarles cuidado de higiene regular. Alguien que es físicamente incapaz de proporcionar su propia higiene personal también necesitará asistencia de cuidado directo.

Paso 2

Habla con ellos sobre su problema de higiene. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades declaran que los niveles de limpieza personal en la sociedad a menudo se asocian con la salud. Explíquele al adulto que para estar sano, estar fresco y limpio es una parte importante de su salud y bienestar general. Espere que sean conscientes de su higiene y posiblemente también a la defensiva. Algunas personas que tienen problemas de higiene pueden no sentir que tienen olor corporal o cabello grasoso, por ejemplo.

Paso 3

Solicite que visite a su médico de atención primaria. Esto asegura que goza de buena salud aparte de su higiene. Hay algunas condiciones médicas que pueden conducir a una higiene deficiente como el síndrome del intestino irritable, infección por hongos, glándulas sudoríparas superproductoras e incontinencia urinaria. Estos problemas deberán ser tratados antes de que las prácticas de higiene puedan ser efectivas. Su médico también puede verificar si tiene un trastorno mental que está afectando su capacidad de cuidarse a sí mismo adecuadamente.

Paso 4

Explíquele las herramientas necesarias para la atención necesaria. Esto incluye las herramientas básicas, como un peine, loción, maquinilla de afeitar, cortaúñas, lima de uñas, cepillo de dientes, pasta de dientes, compresas sanitarias y desodorante. Reitere que se recomienda ducharse o bañarse diariamente. Lavando todas las partes del cuerpo, especialmente las áreas donde las glándulas sudoríparas son las más productivas, como las axilas, la ingle, el cuero cabelludo y las áreas genitales. Dígales que usen champú, jabón y un paño limpio con cada uso. Enfatice a la persona que siempre debe usar ropa limpia y lavarse las manos frecuentemente durante el día.Recuérdele que cuidar de sí misma previene muchas afecciones relacionadas con la higiene, como lombrices intestinales y el mal aliento.

Paso 5

Pídale ayuda. Si se enfrenta a un problema de abuso de sustancias que le impide cuidar de sí mismo, puede necesitar servicios de rehabilitación, explica el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Si se concentra en el abuso de drogas o alcohol, es posible que no se tome el tiempo para ducharse o asearse regularmente. Recibir ayuda para su adicción a través de una atención hospitalaria o una vida sobria para pacientes ambulatorios le dará una cabeza clara y le facilitará concentrarse en cuidar de sí mismo.